¿Alguna vez has escuchado hablar de la resiliencia?
Para mí es un término nuevo, sin embargo,
al perecer la psicología lo ha manejado ya hace tiempo, y bueno nos
habla acerca de la resistencia hacia las situaciones adversas de la vida, y la forma
en que las puedes enfrentar y más allá de eso, lo que puedes obtener de la
experiencia y que tan fuerte te puedes hacer después de una experiencia
fuerte en tu vida. Habla sobre la capacidad de hacer frente a las adversidades,
y poder transformar ese dolor en una fuerza que ayude a superarse y salir más
fuerte de ellas que nunca.
Se dice que una persona resiliente es aquella
que comprendió que ella misma tiene la capacidad de crear su propio destino, a pesar
de las adversidades.
Yo lo asemejo mucho a una liga, sí, las ligas,
las cuales hay desde muy delgadas hasta las más gruesas y resistentes, así creo
que es el alma de las personas; hay quienes tenemos un alma frágil y muy
delgada y ante un suceso fuerte en la vida nuestra liga revienta y muchas de
las veces no podemos recobrar nunca nuestra elasticidad para ver la vida igual,
es más seguimos caminando sin estabilidad sintiendo qué algo dentro de nosotros
se rompió y no hay manera de estar enteros nuevamente.
Ah pero también hay de las más fuertes de esas
que las estiras, estiras y en lugar de reventar dan más de sí mismas y aun
cuando pasen por situaciones muy difícil vuelven a recobrar su estabilidad y se
vuelven más elásticas y siguen dando más de sí y más para los demás, osea, acaban recuperándose y saliendo adelante y hasta creciendo con lo sucedido y
aprendido.
Claro ahora te preguntarás que clase de liga
soy, o con que tanta resiliencia cuento, y bueno de acuerdo a lo que he leído,
todos contamos con un nivel de ésta, y al parecer ya es determinante, pero para
serte sincera yo no lo creo, yo más bien creo que todo influye, porque bueno,
ya veo a Dios diciendo como en una receta de cocina: “a este ponle 10 gramos y
a este otro ponle un kilo”, jajaja, no de verdad, no lo creo, yo creo que más
bien es algo que todos tenemos ahí adentro y que dependiendo de las
circunstancias, la educación, nuestros propios medios y sobre todo nuestro
propio coraje hacia la vida es lo que determina el grosor de nuestra liga.
Ahora bien, enfocándonos en el concepto resiliencia,
ésta nos ayuda a determinar que situaciones y experiencias de nuestra vida nos pueden ayudar a crecer
como seres humanos, ya que debido a ella tendremos la capacidad de enfrentar
dichas situaciones, resolverlas o por lo menos sobrellevarlas y en el mejor de
los casos tener un gran aprendizaje y lograr después de esto una vida mejor, más
consciente y llena de paz.
Por eso hoy te invito a que no desistas y que
aun cuando pienses que cuentas con una liga delgada, no te des por vencido,
cada vez que tengas una situación difícil en tu vida o un reto que enfrentar, ve en tu mente y piensa: tengo una liga súper resistente y la voy a
estirar lo más lo que se pueda y voy a dar lo mejor de mí para salir de esta
situación; porque recuerden que en medio de la dificultad siempre habrá una
oportunidad, donde podemos crecer ante tanta adversidad, superarnos y
transformarnos.
Como siempre les recordaré que esto no es fácil,
ya que para empezar cuando tienes un cúmulo de estrés y de adversidades esta cañón
pensar y mucho menos ver si tenemos liga o no, por lo regular en momentos difíciles
lo único que haces es actuar como zombi, y si, vas como idiota de un lado a otro
sin, siquiera pensar o razonar y lógico
cometes una que otra estupidez, pero bueno esto es válido, todo en la vida
tiene su proceso, pero después de estos
cinco minutos, u horas o hasta días, un día tienes que sentarte y comenzar a
pensar que eres un ser humano como cualquiera y que cuentas con la inmensa
capacidad para salir adelante, para reconocer los errores cometidos, los
logros, los esfuerzos y sobre todo debes reconocerte a ti mismo como alguien
fuerte y resiliente, alguien que a pesar quizá de haber caído en el lodo, se
puede levantar y limpiar y aprender de esto y transformar esta dolorosa
experiencia en algo productivo algo que transforme tu vida y que te dé la oportunidad de avanzar y ser
mejor, y no para los demás, sino más bien, para ti mismo.
Desarrolla tu resiliencia, ocúpala y crece, mantente
siempre en pie, resiste, persiste y nunca, nunca olvides que todo proceso en la
vida tiene un objetivo y cuando lo descubras todo se sentirá mejor.
Como siempre quiero agradecer a todas las
maravillosas personas que he encontrado en mi camino, gracias de verdad, porque
aun cuando algún día pensé que mi liga era demasiado frágil y que se iba a
tronar, todos ellos me han demostrado lo contrario y me han impulsado con
palabras, consejos y hasta apapachos para salir adelante de estas dificultades,
hoy por hoy corto cables viejos y creo
nuevos cables de conexión que me unen a ellos, gracias Pao, Nena, Paulette,
Selu y sobre todo tu mi gran maestro Jorge.
Y termino esto con la siguiente frase:
“Las dificultades preparan a personas comunes
para destinos extraordinarios” CS Lewis.