jueves, 30 de julio de 2020

En memoria de Selu


Empezaré está historia, con una estrofa de una canción de Silvio Rodríguez, tu imagen me llegó a las seis menos diez, y no pude dormir ni un instante después" hoy era una habitual mañana gris, pero venías a mi mente detrás de un sueño, donde desperté confundida pensando en ti, en cuando te conocí, de la forma extraordinaria que tiene la vida, al presentamos personas que se vuelven nuestro salvavidas, personas que llegan a extender te la mano justo cuando te estás ahogando, y si, así llegaste tu, con misterio, con arrogancia, con un vive la vida y suelta el dolor, me ofreciste un tesoro que pocos podemos disfrutar y que a veces solo es temporal, pero en ese breve espacio tuve tu gran amistad, se que al final no llegamos a concordar, pero lo que vivimos es algo que en mi mente, jamás podré olvidar.

 Justo hoy recordaba todo aquello que nos tocó disfrutar, como te conocí y no tenía ni idea de que mi vida ibas a marcar, me conteste sobre tus grandes amores y tu vida, tus sueños y lo que no querías dejar, que mi país era para ti algo muy especial, pero añorabas a dos personas que estaban allá, donde tú corazón solía cantar, me decías que la vida era para gozar y no para andar cargando fracasos, pero que siempre hay que luchar por lo que uno ama, sin dejarse pisotear, me regalaste el cumpleaños más maravilloso que he tenido, y tuviste la paciencia de un gran amigo, y aunque sé que terminamos como dos desconocidos, siempre me quedé con lo bueno y maravilloso que tuvo haberte conocido.

Por eso hoy mi querido amigo desperté pensando como es que nos habíamos perdido, y que quizá este sueño contigo era para llamarte y preguntarte qué tal te ha ido, pero no fue así, este sueño era porque te habías ido, y ni siquiera nos habíamos despedido, quizá de alguna forma, con esto lo hicimos, nos despedimos en un sueño profundo y lleno de frío.

Hoy desperté y me enteré que te habías ido, y lamenté profundamente no haberlo sabido, y me dolió el corazón, ya que siempre en la distancia y en el silencio te lleve conmigo.

Te has ido y el mundo perdió un gran tío,  pero Yo perdí, con tu partida la esperanza de algún día volver hablar contigo.

No sé si allá donde estés, todavía puedas leer los escritos de tu Amiga la escritora, que era como me llamabas, pero te aseguro que nuestro tiempo juntos siempre los llevaré conmigo.

Es triste saber que ahora sí, ya te he perdido, pero en la memoria siempre quedarás como ese loco divertido, y solo te recordaré por ese breve espacio donde fuimos dos corazones viviendo una gran aventura de dos culturas.

Feliz viaje mi querido y testarudo amigo Selu.

Gracias por ese año de amistad y camaradería asombroso.

Con todo mi respeto para tu hijo y María .


Ironías de la vida, cuando te conocí te ibas de viaje.